Los  restos óseos fueron encontrados en una cantera cercana a la ciudad de  Düsseldorf. Esos huesos fósiles eran un casquéte craneal, dos fémures,  los tres huesos del brazo derecho, dos del brazo izquierdo, parte del  hueso ilíaco izquierdo, y fragmentos de la escápula y costillas.  Encontrados por los trabajadores de la cantera, fueron dejados a un lado  para que los viese un profesor local, naturalista amateur, llamado Johann Karl Fuhlrott (ver imagen). 
Él  sospechó enseguida que esos huesos representaban piezas importantes del  pasado de la humanidad, aunque no preveía que serían los primeros  restos de homínidos en un estado evolutivo anterior. El libro El origen de las especies, de Charles Darwin no había sido publicado todavía, saldría en 1859.
Él  sospechó enseguida que esos huesos representaban piezas importantes del  pasado de la humanidad, aunque no preveía que serían los primeros  restos de homínidos en un estado evolutivo anterior. El libro El origen de las especies, de Charles Darwin no había sido publicado todavía, saldría en 1859.Fuhlrott envió una descripción del material al anatomista Hermann Schaaffhausen y el descubrimiento fue anunciado conjuntamente en 1857. 
Una de las primeras especulaciones sobre el origen de esos extraños huesos fue la del científico alemán R. Virchow,  que decía que el esqueleto había pertenecido a un jinete cosaco, que  tenía esos gruesos huesos supraorbitales formados por frotarse muy  seguido la frente, debido al dolor que le causaban las enfermedades  óseas. No duró mucho este error, aunque las primeras descripciones  tuvieron mucha controversia. 
M. Boule y H. Vallois fueron los primeros en decir que el Hombre de Neandertal no  formaba parte de los ancestros del hombre moderno. Creían que tenía una  contextura parecida a la de los simios, y que seguramente tendría la  misma inteligencia, también que caminaba como un mono. 
Estas suposiciones estaban basadas en una mala interpretación del espécimen de La Chapelle-aux-Saints  (un individuo anciano con artritis crónica en todo su cuerpo), y  también por un prejuicio de esos dos científicos, que se negaban a  aceptar la relación del neandertal con los europeos modernos.
 Luego se supo que los restos de Fedhofer no fueron los primeros neandertales descubiertos. El niño de Engis, en Bélgica fue el primero, en 1829; y el segundo fue un cráneo 
de mujer en Forbes Quarry de Gibraltar,  en 1848. Pero las implicancias de estos dos descubrimientos no fueron  advertidas hasta que el descubrimiento del valle del Neander fuera  descrito y discutido por varias autoridades en la materia.
de mujer en Forbes Quarry de Gibraltar,  en 1848. Pero las implicancias de estos dos descubrimientos no fueron  advertidas hasta que el descubrimiento del valle del Neander fuera  descrito y discutido por varias autoridades en la materia.El nombre de la especie, Homo neanderthalensis, fue dado por el anatomista irlandés William King en una reunión de la British Association en 1863, y luego publicado en el Quaterly Journal of Science en 1864. 
Desde  entonces fueron encontrados restos de unos 500 neandertales, una  especie que es sin duda la más discutida en el ámbito académico. Hoy en  día es aceptada una visión multirregional que ve a los neandertales  siendo absorbidos o marginados por los Homo sapiens  que llegaron desde medio oriente. Extinguiéndose de esa forma, sin  dejar huellas genéticas en los humanos modernos, si es que hubo un cruce  entre ellos.
 FUENTE: MUNDO NEANDERTAL
Herramientas de neandertales halladas cerca del Ártico.|'Science'

               
Nuestro primo lejano, el Neandertal, podría haber sobrevivido en Europa mucho más tiempo del que se creía. 
Científicos  de Gran Bretaña, España, Gibraltar y Japón realizaron la prueba del  Carbono 14 sobre el carbón vegetal empleado en las antiguas hogueras que  fue desenterrado a gran profundidad en la cueva de Gorham, situada en  Gibraltar, una montañosa península en el extremo sur de España. 
Debido  a que en aquel entonces el nivel del mar era inferior, el peñón estaba  rodeado de una llanura costera en lugar de agua. Cubiertas por pantanos  en algunos lugares y por dunas de arena en otros, las llanuras se  convirtieron en el hábitat  de numerosos y diversos animales. 
Durante  las anteriores glaciaciones, los neandertales sobrevivieron en  reducidos grupos locales, reapareciendo cuando las condiciones  mejoraban. Aunque parece que la última glaciación se caracterizó por una  serie de rápidos e intensos cambios climáticos que alcanzaron su máximo  exponente hace 30.000 años. 