domingo, 28 de agosto de 2011

Los neandertales mejoraron al ser humano no africano


Mapa mundi con el porcentaje de herencia neandertal. De azul a rojo, de menos a más.|ScienceMapa mundi con el porcentaje de herencia neandertal. De azul a rojo, de menos a más.|Science
Los neandertales, esos cercanos primos de la especie humana moderna que dejaron de existir hace 28.000 años, mejoraron la genética de los 'Homo sapiens' una vez que estos últimos salieron de África. Así se demuestra en un artículo, publicado esta semana en 'Science, en el que los autores han logrado identificar varios genes y regiones el ADN que furon aportados por los neandertales al sistema inmune que aún tenemos.
El estudio, dirigido por Peter Parham, de la Universidad de Stanford, ha sido posible una vez que se conocen los genomas tanto de los neandertales (homínidos que evolucionaron en Eurasia hace medio millón de años) como los denisovanos (una especie humana recién descubierta en Siberia, que habría poblado Asia y procedería de la misma rama evolutiva que los neandertales).
Investigaciones previas ya habían señalado que el cruce entre las tres especies humanas que compartían el planeta hace más de 60.000 años, se produjo en Eurasia, razón por la cual se identificó un 2,5% de ADN neandertal (de media) en todos los no africanos. También se detectó parte de ADN denisovano en poblaiones asiáticas, sobre todo de Melanesia, donde el porcentaje de ADN ancestral asciende a casi el 6%.
Pero se pensaba que es aportación de seres menos evolucionados no habría sido importante, algo que desmiente ahora el estudio. Los investigadores se centraron en el sistema inmune (conocido como HLA), porque está sometido a la presión de las enfermedades y muta con facilidad. Sospechaban que una parte podía venir de homínidos primitivos, dado que no eran habituales.
La comparación de secuencias genómicas les dió la razón: había varios genes en el HLA (como el B*51 o el C*07) que eran propios de la evolución de los neandertales y habían pasado a las poblaciones de humanos modernos, y lo mismo pasaba con una región llamada 'HLA class I'. Los porcentajes de presencia entre los europeos era de un 50%, los asiáticos un 80%, los de Papúa Nueva Guinea hasta un 95%, pero no estaban en los africanos.

Genes de los denisovanos

También encontraron dos genes que son propios del genoma de los denisovanos (la única especie descrita con un trozo de dedo y un diente) que están presentes en los asiáticos, sobre todo del oeste, pero que no aparecen en el genoma de los nacidos en África.
La conclusión, indican los autores, es que "el mestizaje con otras especies mejoró a los humanos modernos". Así lo cree también Carles Lalueza-Fox, del CSIC, que ha secuenciado ya varios genes de neandertal: "Estos humanos se adaptaron durante cientos de miles de años a un entorno, en Eurasia, y crearon defensas inmunológicas frente a patógenos locales que luego se extendieron entre los humanos modernos".
Para los investigadores de Stanford se trata de un claro ejemplo de selección natural: aquellos que portaban los genes protectores, es decir, procedían de la hibridación con los neandertales, sobrevivieron en mayor medida que quienes no los tenían.
Lalueza-Fox, por su parte, indica que "pudo deberse al azar y luego se expandió a medida que aumentaban las poblaciones".

FUENTE: EL MUNDO

jueves, 25 de agosto de 2011

Hallan el artefacto de madera configurado con mango más antiguo del registro arqueológico mundial

 

 

Podría adelantarse la hipótesis de que se tratara de un posible instrumento para realizar tareas de recolección o de mantenimiento de los fuegos

Un equipo del IPHES (Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social) ha encontrado la impronta (el negativo) del  artefacto de madera configurado con mango más antiguo del registro arqueológico mundial. El hallazgo ha tenido lugar en el yacimiento del Abric Romaní, en Capellades (Barcelona) durante la campaña de excavación que se realiza del 8 al 31 de agosto bajo la dirección de Eudald Carbonell. Se trata del único objeto con esta morfología descubierto durante los más de cien años de estudio arqueológico en este yacimiento, con una secuencia estratigráfica que va de los 35.000 años antes del presente a los 75.000 años.
Este artefacto destaca por la configuración del mango y de su parte activa (el resto de la pieza). Esta última mide 15 cm de largo por 8 cm de ancho y tiene una morfología triangular con una sección elíptica. Esta parte activa se encuentra claramente diferenciada de la zona ergonómica (por donde se cogería) que es de sección circular y hace 17 cm de largo por 4 cm de diámetro. Aunque se desconoce su uso o funcionalidad real, ya que nunca se había documentado una pieza similar en yacimientos del Pleistoceno superior, podría adelantarse la hipótesis de que se tratara de un posible instrumento para realizar tareas de recolección o de mantenimiento de los fuegos. El artefacto está parcialmente carbonizado y se ha conservado gracias al travertino que caracteriza la construcción de la estructura del Abric Romaní y los sedimentos que lo llenan.
El contexto
El nivel P donde se encuentra este fósil ha sido datado por las serie del uranio-torio y ha dado una antigüedad de más de 55.000 años, correspondiente al estadio isotópico 3, un momento en que se producen cambios constantes de temperatura y humedad.  Localizado en el cuadro S54, pertenece al Pleistoceno superior.
El contexto en el que ha aparecido nos indica una ocupación de  cazadores recolectores de la especie Homo neanderthalensis. Se ha identificado un conjunto de hogares con restos de fauna de cérvidos, caballos y bóvidos. Junto a estos fósiles se localiza una importante industria tallada en sílex y otro tipo de madera que se utilizaba como combustible, así como otros objetos elaborados también con este material, como los ya encontrados en niveles superiores y que podrían haberse utilizado como bandejas.
Por lo que se refiere a la microfauna, se han documento  especies relacionadas con ambientes acuáticos, como la rata de agua, de manera muy abúndate, y otras propias de entornos más húmedos, que los actuales de la zona, como las musarañas de dientes rojos.
Las condiciones de sedimentación registradas en el Abric Romaní, consistentes en la deposición de carbonatos que forman niveles de travertinos estériles han permitido una conservación extraordinaria de todo tipo de restos, entre los que sobresalen los hogares y las herramientas de madera, por su singularidad y excepcionalidad. Con el descubrimiento de todo este material se efectúan estudios de distribución espacial para interpretar los diferentes usos y modo de ocupación de las poblaciones neandertales.
Las conclusiones, después de 30 años de excavación en el Abric Romaní, y sabiendo que Homo neanderthalensis se extingue hace 25.000 años en Eurasia, apuntan a que se trata de organizaciones humanas con una estructura social compleja y avanzada. La excepcionalidad de este registro y su conservación permite tener datos muy contrastados de las actividades domésticas y de la conducta de los neandertales.
La excavación del Abric Romaní cuenta con una subvención de la Generalitat de Cataluña y la colaboración del Ayuntamiento de Capellades.

FUENTE: IPHES